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MERLÍN es E. Martínez
(Vidente e investigador.) Dcdo. y profesor universitario. Escritor y columnista.
Ojalá encuentres en el blog la información y/o ayuda que buscas.
Y agradecimientos a Blogger por el espacio ofrecido.

24 junio 2008

El milagro del pollo Mike

El pollo MikeEl 10 de septiembre del año 1945, el granjero Lloyd Olsen fue en busca de un pollo para cenar eligiendo a uno de los más cebados que tenía en su granja. Escogido, levantó el hacha con cuidado intentando dejar la mayor parte del cuello posible -la zona que más le gustaba a su suegra- y le cortó entonces la cabeza. Hasta aquí todo normal. Sin embargo, después de ser decapitado, el pollo no sucumbió, sorprendentemente se giró y encaminó sus pasos con las demás aves yéndose al corral. Pero no sólo eso. Mike agitaba sus plumas e incluso intentaba esconder lo poco que le quedaba de cabeza bajo el ala. También quiso piar aunque el único sonido que pudo emitir fue un leve gorjeo procedente de su esófago abierto.
Troy Waters, nieto del dueño del pollo, relataba así la vivencia hace unos años: "A la mañana siguiente mi abuelo volvió al corral y se quedó estupefacto. ¡Mike estaba todavía vivo! Comprendió entonces que tenía más valor así que en una olla, por lo que comenzó a alimentarlo y a darle de beber con una pipeta. Como al cabo de una semana continuaba con vida, mi abuelo decidió llevarlo a Salt Lake City para que fuera estudiado por los científicos de la Universidad de Utah". La explicación dada fue que el golpe nada certero de Olsen le había dejado intactas la yugular, gran parte del cerebro y un oído: "Que viva es posible si el corte no daña la masa encefálica, aunque ojos, oídos, pico y lengua queden destruidos, y si sólo afecta a los vasos secundarios. De este modo, la hemorragía podría superarse, y si se le da de comer manualmente, a través de la abertura, el animal podrá vivir un poco más de tiempo". Así, gracias a los cuidados y mimos de aquel que le seccionó la mayor parte de su cabeza con la única intención de preparar una suculenta cena, Mike pasó a la Historia por ser el único animal que ha vivido más de un año (18 meses concretamente) sin cabeza.
Tras el científico diagnóstico, alimentaron al pollo a base de granos de maíz y leche, y el animal, en vez de desfallecer, fue ganando peso. De poco más de un kilo pasó a los tres y medio en apenas unos meses. A su vez, el granjero comprendió que podría beneficiarse del asunto y cruelmente decidió exhibirlo por todo Estados Unidos presentándolo como un auténtico milagro. Y aunque lo cierto es que lo fue, no se merecía también el hiriente trato de la exhibición pública. Se pagaban más de veinticinco centavos por verlo correr y observar su cabeza al lado flotando en un frasco de formol. Lloyd Olsen llegó a ganar 4.500 dólares mensuales. Y se desató la locura. Publicaciones tan prestigiosas como 'Time' o 'Life' se hicieron eco de tan increíble hecho, así que el ejemplo cundió de la única lamentable manera que podía hacerlo en la raza humana: ¡otros granjeros comenzaron a cortarle las cabezas a sus pollos para ver si ocurría también el milagro! Pero nunca volvió a suceder. El que más lejos llegó fue uno de nombre Lucky, pero apenas si llegó a vivir dos semanas (11 días).
La languidecida vida de Mike se apagó en marzo de 1947 al atragantarse con unos granos de maíz, muriendo de asfixia. Su espíritu, no obstante, continua vivo. Tanto es así que la ciudad de Fruita (Colorado), de apenas siete mil habitantes y lugar donde ocurrieron los acontecimientos relatados, decidió en 1999 celebrar un día en su honor. Desde entonces, cada año, el tercer domingo de mayo se organizan unos juegos cuyos protagonistas son los pollos. Incluso se ha editado un libro con sus mejores fotografías y una escultura con su nombre se levanta en pleno centro de la localidad. Y, cómo no, en los tiempos que corren, dispone de su propia página web. Todo para celebrar el coraje y las ganas de luchar de Mike. El pollo que vivió un milagro.