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MERLÍN es E. Martínez
(Vidente e investigador.) Dcdo. y profesor universitario. Escritor y columnista.
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13 junio 2008

Viernes 13

Empecemos hablando antes de ese miedo que rodea a este mítico número, el 13. Su origen viene de la mitología nórdica, en la era precristiana, y desde allí se difundió por el resto del continente europeo. A un banquete fueron invitados 12 dioses pero Loki, dios del mal y la confrontación, que no había sido invitado, se coló en la misma por lo que llegaron finalmente a ser 13 los comensales. Durante la lucha entre los dioses para expulsar a Loki, Balder, el favorito de los dioses, murió.
En la era cristiana la mala suerte del número 13 se reforzó con la última cena, y es que Judas, el último en sentarse a la mesa, sumaba el decimotercer comensal. Unas horas más tarde Cristo fue crucificado, el día era Viernes. Desde ese día se dice que trae mala suerte sentarse 13 personas alrededor de una mesa.
En el siglo XVIII la marina británica intentó eliminar las supersticiones relativas a este fatídico día y número y para ello mandó rebautizar a un buque con el nombre de HMS Friday (Friday significa "viernes", en inglés), se designó a un capitán llamado Jim Friday, se reclutó a la tripulación un viernes, también en viernes se armó la quilla del barco; y se botó la nave un viernes 13. Jamás se volvió a saber de aquel barco ni de ningún integrante de su tripulación.
Sin embargo su origen supersticioso es bien distinto... La Orden de los Templarios podría considerarse entre otros muchos temas como algo similar a uno de los primeros sistemas bancarios internacionales de la historia. Su habilidad para guardar bienes y propiedades llevó a que miles y miles de personas confiaran ciegamente en ellos, razón por la que amasaron con el tiempo un inmenso tesoro. Tras una gran guerra contra Inglaterra el Rey francés Felipe IV el Hermoso había quedado en una situación económica desastrosa, por lo que se aprovechó de su ejército para hacer gran acopio de oro. Primero le sacó todos sus bienes a los judíos expulsándolos de su territorio, sin embargo necesitaba aún más cantidad, por lo que ideó una estrategia para acusar injustamente a los Templarios y enjuiciarlos. Es así que el Viernes 13 de octubre del año 1307 comienzan a ser arrestados por todo el país y los bienes que guardaban incautados por el ejército. No había pasado ni un mes tras la condena del Papa Clemente V, que los había declarado herejes, que éste murió atragantado con un higo; al poco tiempo sigue Nogaret, autor material de la condena, y ocho meses después el Rey Felipe cayó de su caballo quedando paralítico y muriendo sumergido en una gran agonía. La maldición no terminaría aquí, e irían cayendo uno tras otro los descendientes de la línea sanguínea de Felipe, al punto que para 1328, unos 14 años después del asesinato de los Maestres, ya no quedaba ningún heredero de Felipe y la Dinastía de los Capetians desaparecía tras 300 años de reinar sobre Francia. Como es lógico esto impresionó hasta tal punto a la población que "La maldición de Molay" se extendió por toda Francia y posteriormente a Portugal y los países de Europa del Norte, así como también, pero en menor grado, a algunas partes de España y Grecia. Es, pues, que se considera al Viernes 13 como día maldito. No obstante, en España, el día considerado de mala suerte es el martes 13 y en Grecia el jueves, pero la cultura anglosajona invade al mundo, y el mito del viernes 13 no ha sido la excepción, como lo demuestra la saga fílmica del mismo nombre, cuyo protagonista es el terrible asesino Jason Voorhees.
No se puede obviar que los treceavos días de aquel mes que cae en el fatídico viernes hay un incremento notable en accidentes de tráfico y tampoco que es muy frecuente que muchos edificios u hoteles del mundo no tengan piso 13 ni habitaciones con ese número. También hay quien tiene muy claro eso de no sentarse jamás en una mesa donde haya otras 12 personas. Sin embargo, la misma superstición ha creado formas de "evadir la maldad" o crear un salvoconducto, como llevar patas de conejo consigo o arrojar sal hacia atrás sobre el hombro izquierdo.