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MERLÍN es E. Martínez
(Vidente e investigador.) Dcdo. y profesor universitario. Escritor y columnista.
Ojalá encuentres en el blog la información y/o ayuda que buscas.
Y agradecimientos a Blogger por el espacio ofrecido.

20 noviembre 2006

Creencia en la reencarnación

Usted tiene una esencia central que no es material, es excepcionalmente duradera (posiblemente incluso inmortal), y ha existido en alguna dimensión o plano ajeno durante miles de años antes de su vida actual. Aunque esta entidad es el Yo fundamental, evidentemente es más experta que el Yo familiar de la conciencia cotidiana.
El pequeño Yo, si puede usarse este término, ha vivido como máximo unos 90 años. El gran Yo puede basarse en la experiencia de miles de años.
La manera en que este gran Yo ha obtenido esa experiencia tiene mucha relación con lo que normalmente consideramos como reencarnación. Se crean personalidades como el foco de su atención. Esas personalidades son “enviadas” a una encarnación para que aprendan y experimenten. Con la muerte física, la personalidad se retira, y la suma de sus experiencias es absorbida por la personalidad preexistente que la hizo nacer.
Silver Birch comentó: “Hay en nuestro mundo (del espíritu) un diamante espiritual que tiene muchísimas facetas. Éstas vienen a nuestro mundo para obtener experiencia y aumentar el brillo y el lustre del diamante. Por lo tanto, las personalidades que encarnan son facetas de una individualidad”. En su libro Past Lives, John Van Auken escribe: “...sin embargo, hay una parte interior de nosotros que ha vivido antes. Esa parte ha encarnado muchas veces en la dimensión de la Tierra”.
Se trata de un proceso por el que una entidad preexistente, que tiene su existencia fuera del tiempo y el espacio, experimenta la vida sumergiendo diversas personalidades en la corriente del tiempo a intervalos distintos. Otra percepción es la de que la naturaleza del tiempo puede ser tal que las diversas personalidades coexistan, especialmente si adopta el punto de vista del gran Yo.
Sea así o no, es fácil ver el cuadro completo en el que usted no es un solo individuo, sino una serie entrelazada de personalidades reencarnadas. Éste es uno de los temas más controversiales en el campo del esoterismo.
La gnosis de la cual se originaron muchos de los movimientos religiosos actuales, tenía la reencarnación como la idea central. La historia nos dice que fue el emperador Justiniano, en el Concilio de Constantinopla, quien hizo que el cristianismo sacara la reencarnación de sus postulados, lo que provocó que figuras religiosas de gran sabiduría y sus seguidores, fueran perseguidos y condenados a muerte.
Casi todas las religiones aceptan la reencarnación con distintos enfoques. Quede para el análisis este ejemplo de una niña con su madre, tomado del libro ¿Existe la reencarnación?, de Florence Wagner.
“Cuando fuiste una niña, yo no te di tales desperdicios para comer”, dijo ella, clavando la mirada en las papas a la francesa. “Yo te daría unas papas bien cocinadas. Ven, yo te enseñaré a cocinar buena comida alemana”. Yo quedé pasmada y en silencio, a medida que continuaba.
“Mami, ¿por qué eres la madre en este tiempo y yo soy la hija? Yo no quiero ser una niña otra vez”.
Esa conversación extraña venía de la boca de mi hija, unos meses antes de su tercer cumpleaños. Sus primeras palabras habían sido en alemán. Ninguno en nuestra familia o círculo de amigos habla alemán. Al día siguiente, observó a su hermana mayor haciendo algo que desaprobó y se dirigió a mí.
“Cuando fuiste una niña yo no te dejé comportarte así. Tú no eres tan estricta con ella. No quiero ser una niña de nuevo”.
Y así, yo estuve forzada a examinar esa extraña creencia llamada reencarnación.
La autora es psicóloga clínica.