La sangre que brotaba del suelo

Esta historia posee todas las características típicas de un hecho forteano. Ocurrió en el año 1976 en la localidad siciliana de Catania (Italia) en el apartamento de la familia Gangi.

Una mañana, la abuela materna de la familia, se dirigió a la cocina para preparar el desayuno, cuando, de improviso, se tropezó en el pasillo con un charco rojo que a todas luces parecía ser sangre. En la cocina, la señora Gangi se encontró con el mismo terrible espectáculo.

El apartamento estaba habitado por el matrimonio Gangi, sus cuatro hijos y la abuela materna, que fue la primera en apercibir el suceso. La señora Gangi intentó secar la sangre pero no pudo llevar a feliz término su tarea ya que el nerviosismo no la abandonaba.

Al percibir el extraño fenómeno, Nuncio Gangi propietario del piso y funcionario del Tribunal de Catania, dio parte del hecho a la policía del distrito.

El cuerpo de homicidios de la policía y expertos del laboratorio del Instituto Legal de la Universidad de Catania se personaron en el apartamento y certificaron que la sangre correspondía al tipo RH positivo.

En algún momento se pensó que la sangre podría provenir del apartamento de abajo por lo que se procedió al estudio del techo y paredes del mismo, no pudiéndose hallar ningún rastro del líquido.

El asunto se dejó, como es lógico, en manos de la policía, que no consiguió jamás encontrar una explicación a lo sucedido.

La sangre apareció en forma de estrías y en los puntos donde no fue secada rápidamente, la coagulación fue inmediata.

¡Sangre brotando, inexplicablemente, en el suelo del apartamento de una familia normal!