Dios y la misión de los 12 signos zodiacales
Después de algún tiempo de crear la tierra y a los seres vivos, Dios le dio nombre a cada humano dividiéndolos en 12 razas y luego reunió a los 12 jefes representantes de éstas y todos se reunieron ante Él para escuchar sus palabras y recibir su misión en el planeta.
El primero en acercarse fue el jefe de la primera raza a la que Dios llamó Aries.
"Bien, mi querido Aries, siempre ansioso de ser el primero, tienes el honor de actuar como iniciador. Coge algunas de tus ideas y propágalas entre la gente para que las juzgen, porque si eres listo ya te habrás dirigido hacia otros horizontes para señalar allí la fecha de un nuevo comienzo. Si desarrollas sabiduría, te darás cuenta que funcionas como un adaptador, porque siempre sabes adaptarte a las condiciones prevalecientes y fomentar el crecimiento. Asi pues, mi consejo es que andes por la vida con espontaneidad y coraje. ¡Buena suerte!".
Aries se fue a una agencia de viajes, compró un ticket para Australia, y se marchó.
El próximo jefe en acercarse fue el de la segunda raza, la llamó Tauro.
"Mi querido Tauro, ¿por qué no haces uso de las ideas de tu hermano? Tú sabes mejor que nadie cómo darles forma. Sigue así, porque merece la pena, ya que posees más fortaleza que te imaginas. Si te permites perder el tiempo con trivialidades, experimentarás crisis y vagarás en el valle profundo de la separación. Si Yo fuese tú, no cuestionaría las cosas en primer lugar, ni cambiaría mi opinión a medio camino. Sencillamente, sería creativo y labraría la tierra. Las cosas agradables en la vida, que son tan importantes para ti, vendrán por si solas. Vuélvete un maestro en eso, y sé paciente. Ese es mi consejo."
Tauro se compró una bonita casa y se dedicó al cultivo de aguacates.
Entonces, el Señor se dirigió al jefe de la tercera raza y la llamó Géminis.
"Querido Géminis, probablemente ya te has dado cuenta que tienes muchas preguntas, pero pocas respuestas. Lo mejor para ti es mostrar comprensión por todo lo que está ocurriendo a tu alrededor. Nunca serás capaz de llegar al fondo de todo; por eso deberías aprender el arte de dejar que las cosas sigan su curso, porque entonces serás capaz de encontrar las respuestas y el regalo del conocimiento con compostura. Éste es mi consejo para ti."
Géminis se fue a la universidad más cercana y se matriculó para las ciencias de la comunicación.
Se acercó el jefe de la cuarta raza denominada Cáncer.
"Pues bien, mi querido Cáncer, ¿cómo te sientes? ¿Como si quisieras reírte, o como si quisieras llorar? No importa, porque es tu deber mostrar tus sentimientos al mundo, y ambos sentimientos forman parte de la realidad. No importa si haces a la gente feliz o triste -en cualquier caso les ayudas en el enriquecimiento de sus almas-. Sólo tienes que asegurarte que sabes a dónde perteneces. Si sigues este consejo, te sentirás cómodo al lado de tus seres queridos."
Cáncer fue elegido presidente de una organización benéfica y fundó una familia numerosa.
Con una expresión de orgullo sobre su rostro, Leo fue nombrado la quinta raza.
"Oh, Leo mío, probablemente tendrías la capacidad de mostrar al mundo entero la belleza de la creación, si no fuera por tu tendencia a enredarte en patrones complicados e impresionantes de comportamiento. Siempre debes recordar que la creación no saltó de tu mesa de dibujo. Si encontrases una comprensión simple de tu entorno, nada podría obstaculizar una existencia honrada. Ése es mi consejo para ti."
Leo llegó a ser jefe de una empresa de música y moda, y cada sábado se le pulían sus siete limusinas de lujo.
Ahora llegó el turno del jefe de la sexta raza bautizada como Virgo.
"Y en lo que concierne a ti, estimado Virgo, te gusta tanto el comprobar y analizar que no puedes evitar mirar más de cerca todo lo que hace el hombre en este mundo. Investiga sus formas de actuar hasta el último detalle, y compila una lista de sus errores para que puedas comprender mejor todos los aspectos de la creación. Seguirás tu camino con el pensamiento claro y preciso. Pronto notarás que no te resulta fácil aceptar que hay personas que no ven las cosas como tú. Por lo tanto, mi consejo más importante para ti es aprender a ser tolerante, porque no es en aras de nada que hay diferentes tipos de gentes sobre este planeta."
Virgo llegó a ser cabeza de la firma más grande de auditores en el área, y se dedicó plenamente a cada detalle de esta tarea.
El siguiente jefe fue el de la séptima raza o Libra.
"Tú, honorable Libra, verás que no existe demasiada armonía entre los seres humanos. Deberías servir al hombre recordándole sus deberes hacia su prójimo. La cooperación y la coexistencia deberían ser tus guías diplomáticas. Enseña a la gente a no mirar lo que están haciendo desde un punto de vista egoísta. En el transcurso de tu viaje te encontrarás allá donde quiera se haya perturbado el equilibrio. Trabajando duro encontrarás la armonía. Ése es mi consejo."
Libra compró un abono para la ópera y llegó a ser un observador neutral para las Naciones Unidas.
Cautelosamente el jefe de Escorpio, (así se llamó la octava raza), emergió.
"Buenos días, mi querido Escorpio, deja tu aguijón dentro; nadie te va hacer daño. Ya sé que no será fácil para ti tener confianza, porque puedes intuir lo que piensan los demás. A menudo sufrirás a causa de lo que ves, sin tener la oportunidad de hablar sobre lo que te está causando dolor. Observas la tendencia hacia los instintos animales en tu prójimo, y tendrás que arreglártelas con estas tendencias dentro de ti mismo. Mi consejo para ti es que no te identifiques con todo el sufrimiento que encuentras. Más bien, deberías ayudar a la humanidad a comprender la naturaleza efímera del ciclo de la vida."
Escorpio abrió un centro espiritual especializado en el renacimiento bajo el agua.
La próxima raza fue la ágil novena o Sagitario.
"Hola, mi amigo Sagitario, si estás listo, márchate y muestra a la humanidad que existe algo más allá de la existencia material. Haz reír a la gente para que no se vuelvan amargados, y hazles comprender el arte de la cooperación. Tendrás muchas oportunidades, porque estás predestinado a encontrar muchos de tus semejantes en tu camino. No dejes que te interpreten mal. Sería una pena e impediría el crecimiento de la humanidad. Por lo tanto, Mi consejo para ti es que guardes tu lengua para no robarle a la humanidad las pocas chispas restantes de esperanza. Márchate ahora, ya que te espera un largo viaje."
Sagitario fue a la próxima estación de ferrocarril y compró un ticket para el Trans-Siberiano. Al tiempo, alguien le vió entre la muchedumbre, investigando culturas remotas en el Himalaya.
El turno le llegó al jefe de la décima raza bautizada como Capricornio.
"Digno Capricornio, Me agrada ver que has hecho algún arreglo para liberarte de las cargas pesadas de tu rutina diaria y venir aquí. Las cosas no van a ser fáciles para ti, porque sientes que una gran parte de la responsabilidad de la humanidad recae sobre tus hombros. Muestra a la gente cómo pueden ser útiles. Pero ten cuidado -¡nadie es perfecto!-, por lo tanto, te aconsejo llegar a la comprensión de que tu meta sea la integridad personal, no la perfección. Ahora, regresa rápidamente a tu puesto, la gente ya te está esperando."
Capricornio ascendió al cargo de director general del sistema nacional de ferrocarriles y llegó a la meta del Maratón de Nueva York como número 2.667 de los 25.000 competidores.
Impacientemente, el jefe de la undécima raza denominada Acuario, apareció.
"Gracias por venir, Acuario. Probablemente pensabas: "¿qué quiere de mí esta vez?". Tienes una fuerte necesidad de sentirte libre, pero, ¿para qué te sirve, si la gente de tu alrededor no lo comprende? Como sabes algo sobre lo que vendrá en el futuro, deberías contar a la gente cómo verlo para que ellos puedan llegar a conocer otros modos de vida. Guarda tu ego, porque de lo contrario, podrías experimentar el dolor de la soledad. Serás libre si ayudas a la humanidad cuando y a donde quiera que te necesite. Éste es mi consejo para ti."
Acuario se sentó delante de su ordenador y desarrolló un programa para ayudar a impedir el fin del mundo.
Finalmente, el Creador habló al jefe de la duodécima raza: Piscis.
"Mi querido Piscis, no te resulta nada fácil vivir en este mundo, porque tus delicados sensores te permiten tener acceso a las preocupaciones de los demás. Si por lo menos, no fuera tan difícil para ti distanciarte de la causa de estas preocupaciones. Además, a menudo piensas que tú mismo eres la causa. No limítes tu creatividad por convertir los problemas triviales de los demás en los tuyos. Tienes otras cosas que hacer. ¡Pónte en onda! Nada hay en contra de tus sentimientos de compasión, pero eso no quiere decir que tú también tengas que sufrir, ¿verdad? Así pues, Mi consejo es que vayas y utilices toda tu fuerza interior para expresar tu pensamiento universal."
Piscis fue a Hollywood y se convirtió en una estrella del cine melodramático.
Después de que todos se habían marchado a los cuatro vientos, el Señor del universo se sentó y pensó sobre el destino de sus hijos en el gran mundo. Decidió volver a su labor de mantener el universo funcionando como un reloj, mientras esperaba la vuelta a casa de sus queridos hijos.
Entre tanto, los niños se ocuparon con sus diversas empresas, pero cada uno de ellos se estaba preguntando cómo le iba a sus hermanos. Ninguno de ellos se sentía plenamente feliz, porque se echaron de menos los unos a los otros. Después de algún tiempo, su Padre les invitó para otro reunión. Una vez más todos se reunieron ante Él para escuchar sus palabras sabias.
"Mis queridos hijos, os he observado tratando de seguir el consejo que di a cada uno de vosotros. Algunos de vosotros lo hicísteis bastante bien, mientras para otros no fue nada fácil. Por lo tanto, pienso que lo mejor es que os unáis y trabajéis juntos para el bien de la humanidad."
Así habló el Creador...
Los niños se marcharon de nuevo y fundaron una corporación caritativa internacional, para llevar a cabo una investigación acerca del estado actual de la paz en el mundo. Aries y Géminis trabajaron juntos en el cuestionario. Tauro y Cáncer escucharon a Libra, quien explicó cómo debería diseñarse el ambiente. Capricornio y Virgo organizaron la estructura de la organización de la forma más eficaz, hasta el último detalle. Leo representó a la organización en público, y Piscis, encargado del presupuesto de publicidad, le dio una imagen creativa. Sagitario investigó culturas extranjeras para poder hacerse una idea de las condiciones en tierras lejanas. Acuario decidió establecer una red mundial de comunicaciones aprovechándose de las posibilidades ofrecidas por la tecnología de la informática. Mientras tanto, Escorpio miraba todo con sospechas, para asegurarse de que la transformación de la empresa entera ocurriera con honor.
Durante todo ese tiempo, el Creador del universo estaba observando la actuación de sus hijos en la Tierra. Estaba complacido con lo que vio, y pensaba que tal vez podría permitirse un tiempo de descanso...
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